La casa

La decisión más importante, después de casarte, es elegir tu casa. Será tu santuario, el lugar donde construirás tus sueños, así que debes darle la misma relevancia que a la planificación y decoración de tu boda.
Es preciso empezar de cero, con tus costumbres y las suyas, con tus gustos y los de él. Por eso la casa de tus padres no es una opción, así como tampoco lo es el departamento de soltero de tu novio. Es aquí donde empieza el matrimonio.
El primer paso está en decidir si será casa o departamento, nuevo o no. Todo esto en base a la pregunta fundamental de cuánto presupuesto tengo y en qué van a invertir más. Lo primero es decidir cuánto dinero se irá al departamento o casa por construir o remodelar, especialmente espacios como el baño y la cocina; después vienen la forma estética y los objetos de decoración.
El siguiente punto a considerar: ¿Cuál será el estilo de la casa? Uno de los errores más comunes de las parejas nuevas es no saber qué partes del hogar hay que renovar. Hay quienes quieren comprar todo y quienes no quieren comprar nada.
Otra situación común es que uno de ellos quiere imponer su voluntad. Esto no es posible, recuerda que es un espacio de dos, y hay que respetar las decisiones del otro, incluyendo el florero de la abuela, la pintura del tío o el regalo de cristal cortado que te dio la madrina. Te recomendamos buscar un profesional, así evitarás pleitos innecesarios. Recuerda que todo es negociable, el secreto es saber hacerlo.
Si, por otro lado, tienes mascotas, hay que cuidar el material de los muebles, que no sean de piel o fibras naturales. La armonización en los interiores es una parte muy importante.
El matrimonio es amor, pero también es transigencia; aprender a negociar es parte de su dinámica, y hay que recordar siempre que por la casa se empieza.

Inspirado en la revista VANIDADES, en su artículo “El Maridaje Interiorista”

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